Antes de empezar, quiero que tengas claridad sobre lo que implica aprender inglés conmigo. El objetivo aquí es explicarte cómo evalúo tu nivel, qué espero de ti y qué puedes esperar del proceso. No necesitas experiencia previa, pero sí compromiso.
Todo el mundo quiere saber cuánto tiene que sacrificar para poder hablar inglés. Pero la verdad es que nadie puede decirte cuánto tiempo te va a tomar. Ni la escuela más cara, ni el método más famoso, ni ningún examen puede asegurarte resultados si no trabajas por tu cuenta. Aprender un idioma no es como aprender historia o matemáticas: aprender inglés literal cambia tu cerebro. Eso toma tiempo, práctica constante y mucha paciencia.
Seguramente has escuchado hablar de los niveles oficiales: A1, A2, B1, B2, C1 y C2. Estos niveles los creó el Marco Común Europeo de Referencia (CEFR).
Si lees la descripción del nivel A1, suena muy bien: “Reconozco palabras y expresiones básicas”, “puedo participar en conversaciones sencillas”, “sé escribir postales cortas”... Pero te soy sincero: aunque estos objetivos suenan bien en papel, en la vida real no significan mucho si al intentar hablar sigues pensando en español y traduciendo palabra por palabra.
El problema con estos niveles es que no te dicen cómo lograrlo ni qué estudiar exactamente. Cada escuela y cada libro decide qué temas enseñar y cuándo. Así que, aunque estes en el útlimo nivel, puede que todavía no te sientas capaz de pedir una pizza por teléfono, etc.
Muchos alumnos logran “cumplir” los objetivos, por ejemplo, del nivel A1: saben presentarse, rellenar formularios, entender frases simples; pero todavía no pueden tener una conversación sin traducir mentalmente todo desde el español. Es decir, sabes algo de inglés, pero no has dado el salto a pensar en inglés. Y ese es el verdadero objetivo.
Por eso, mi enfoque es diferente: más que memorizar listas o cumplir con niveles oficiales, lo que busco es que realmente pienses en inglés y puedas comunicarte, aunque sea con frases sencillas al principio.
En mi experiencia, aprender un idioma es más sencillo de lo que parece, siempre y cuando cumplas con algunos puntos clave:
En resumen: todos podemos aprender inglés. Sabes que la habilidad de los idiomas ya la tienes porque puedes hablar español. No importa la edad ni el “talento”. Lo más importante es el esfuerzo y la actitud. Yo sé que puedes lograrlo. Nos vemos en clase.